Esta muestra surge de la necesidad de encontrar una salida a la sensibilidad, emotividad y creatividad dentro de una sociedad cada vez más frenética y menos conectada a lo esencial.
Los paisajes y la naturaleza, sobre todo de Calasparra, así como los personajes de los cuadros son utilizados como un vehículo para pararse a observar y suscitar emociones en torno a una identidad, a un hogar y a una manera de percibir lo que nos rodea en contraposición al mundo frenético y en automático en el que vivimos.
No se trata de representar fielmente lo que se pinta sino la esencia y la emotividad de lo que se pinta y a través de cada cuadro llevar al espectador a un viaje de vuelta a casa.
Este próximo viernes, a las 20:00 horas en el Museo de la Villa se inaugurará la exposición que Ana Belén ha preparado y estará expuesta durante el mes de diciembre.